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martes, 13 de octubre de 2020

ANECHOIC CHAMBER/ Cámara anecoica

El compositor e investigador John Cage, demostró que el silencio absoluto no existe en la Tierra ya que comprobó que, por más que se aislase, siempre terminaba escuchando los sonidos que emitía su propio cuerpo.

Lo que ocurre en el interior de una cámara anecoica es fascinante. Primeramente, los oídos se adaptarán al silencio. Enseguida se comienza a escuchar los latidos del corazón y la atención se centra en la respiración y en los sonidos del estómago.
A continuación, puedes intentar levantarte aunque perderás el equilibrio ya que nos orientamos a través del sonido y al no existir, perderás la capacidad de desplazarte.
Finalmente, te sentarás y no podrás mantenerte así más de 15 minutos debido a que, al no existir estímulos auditivos externos (sólo los de tu propio cuerpo), el cerebro comienza a confundirse y a crear sonidos propios. Treinta minutos más tarde empezarás a tener alucinaciones y a delirar.

No podemos vivir sin sonido.
No podemos vivir sin música.



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